Hacer buenos regalos es de valientes.
Hay que tener valor para compartir algo que merezca la pena compartir con quien merezca la pena compartirlo, sin saber si será bien recibido. Por eso, cada vez que regalas Jamones Leandro, hay algunos riesgos que debes asumir sin rechistar. Por ejemplo…
Que alguien se siente culpable por haberte regalado un cofre de experiencias por navidad. Que el regalo perfecto se convierta en la excusa perfecta para invitarte a las próximas cenas. Que el resto de la cena sepa a poco después de probarlo.
Si perteneces a la peculiar y valiente minoría que se atreve a regalar alguno de nuestros ibéricos (solo a quien se lo merezca)…
Regala sin miedos, y con mucho gusto.